Archivo del Autor: Miguel A. Delgado

«Lourdes»: El milagro probable

Por Miguel A. Delgado

Asomarse al planeta Lourdes es ejercicio de alto riesgo. Uno puede quedarse atrapado por las numerosas trampas diseminadas por el camino, y el peligro de irse hacia las posturas extremas demasiado evidente. No en vano, en pocos lugares como éste llegan a confluir tantos sentimientos, esperanzas y demostraciones de lo que somos los seres humanos, y no sólo en lo espiritual. Por eso, lo primero que maravilla de una cinta como ésta de Jessica Hausner es que respete enormemente al espectador, ofreciendo una mirada poliédrica en la que el escenario de un posible milagro es tan importante como las personas que pasan ante nosotros: enfermos que buscan su sanación, otros que acuden sólo porque no tienen otra cosa mejor que hacer, voluntarios convencidos y otros que se lo toman sólo como una manera más de pasar un tiempo de vacaciones no muy distinto de un campamento de verano… y, finalmente, quien camina por allí como quien va coleccionando souvenirs o fotos, esperando cruzarse con un curado como quien busca contar que se ha subido en la última atracción de moda de un parque temático…

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La violeta del Prater

Por Miguel A. Delgado

Ahora que todo el mundo afirma carecer de tiempo para enfrascarse en la lectura, aquí traigo una pequeña recomendación: La violeta del Prater, de Christopher Isherwood (sí, sí, el mismo autor de Adiós a Berlín, el libro que dio pie a la inolvidable Cabaret, o de la novela Un hombre soltero, recientemente llevada a la pantalla por Tom Ford), editada por Veintisiete Letras.

Porque parece casi imposible ofrecer más de lo que da en sus 135 páginas de ágil lectura, llenas de esos diálogos tan precisos y absorbentes marca de la casa, y que tienen además un encanto especial para el cinéfilo. Ambientada en el Londres de 1933, La violeta del Prater está protagonizada por el propio Isherwood, que es contratado por un gran estudio para ayudar en la realización del guión y la dirección de una ñoña película sentimental que va a dirigir un director vienés, exiliado de su país para huir del ascenso nazi. Una experiencia que no es más que el trasunto de la vivida por el propio Isherwood en la realización de Little Friend, una cinta de Berthold Viertel de 1934.

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Clint Eastwood: Humano, demasiado humano

Por Miguel A. Delgado

Este fin de semana Clint ha estrenado película, y eso es siempre una extraordinaria noticia para los cinéfilos, aun a pesar de lo irregular que es Invictus (eso sí, irregular y todo, está bastante por encima de la media de lo que nos llega a las pantallas de manera habitual). Pero esta vez cuenta con un aliciente especial, pues coincide con la aparición de la biografía de Patrick McGilligan, que estos días publica Lumen, y que no deja en demasiado buen lugar al Eastwood persona.

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Donde ya habitaban los monstruos

Por Miguel A. Delgado

Otro año cinematográfico que se va, y cuanto más se acumulan, más difícil es encontrarse con una de esas cintas destinadas a permanecer en nuestra memoria cinéfila. Afortunadamente, el fin de semana tuve la suerte de poder ver una de ellas, Donde viven los monstruos, de Spike Jonze. Una de las adaptaciones más fascinantes que uno haya podido ver en pantalla, a partir del libro de Maurice Sendak del mismo título, apenas un puñado de frases que Jonze y su coguionista, Dave Eggers, han tenido que desarrollar para la pantalla.

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La Puebla de Montalbán, pasión por el cine

Por Miguel A. Delgado

La pasión puede mover montañas. Y si no, que se lo digan a los miembros del Cine Club Juan Diego, y al Club de Lectura El Viento de la Luna, de La Puebla de Montalbán (Toledo), que la semana pasada pusieron en marcha, con pocos medios y muchísimo entusiasmo, una muestra de cine, con actividades paralelas, centrada en las adaptaciones literarias del cine español: el Festival del Cine y la Palabra (CIBRA).

Es toda una satisfacción llegar a una pequeña población como ésta, y ver el salón de actos lleno, y que los responsables anuncien que el pueblo va a recuperar el cine en pantalla grande todas las semanas (¡todo un acontecimiento!) Y hacer un cortometraje con los chavales del instituto. Y llevar a rostros conocidos a encuentros con el público. Y organizar un concierto de música de películas. Y preestrenar la nueva película de Vicente Aranda (que se llevó, por cierto, los principales galardones). Y organizar toda una señora velada en la que entregar los premios…

…y  sobre todo, dar una prueba tan profunda de amor por el cine. Gracias a todos.

A vueltas con «La niebla»: la inquietante señora Carmody

Marcia Gay Harden, en "La niebla"Por Miguel A. Delgado

Me permito volver aquí sobre lo escrito por mi compañera Silvia García Jerez sobre La niebla, no sólo porque coincido con ella en calificarla como una maravilla de cinta de terror y ciencia ficción (ambas cosas combinadas en diferente proporción, no sabría muy bien decir con cuánto de cada), sino porque me ha hecho volver sobre uno de los aspectos que más me siguen desconcertando de ella: el personaje interpretado por Marcia Gay Harden, la señora Carmody.

Recapitulemos (y sin destripar demasiado del argumento): la señora Carmody es algo así como la loca del pueblo, la cuota excéntrica que todo el mundo tiene más o menos asumida, y a la que en el fondo nadie hace caso, porque es pesada pero inofensiva. Hasta que aparece la niebla y un grupo de supervivientes, entre los que se cuenta ella, quedan encerrados en un supermercado, sin poder salir, y ante la amenaza de algo que da buena cuenta de cualquiera que ponga el pie fuera.

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«Frozen River», o una de las películas del año

Frozen RiverPor Miguel A. Delgado

Pocas veces se instala un peliculón en nuestras carteleras, así que es cuestión de aprovechar cuando eso sucede. Más aún, cuando se trata de una producción pequeña que, a pesar de haber merecido dos nominaciones a los Oscar, se encuadra dentro del alternativo mundo indie estadounidense (a pesar de que eso cada vez signifique menos, pero eso mejor lo dejamos para otro post). Y sin embargo, no es exagerado decir que estamos ante una de las películas del año. Eso sí, si queréis verla, os recomendaría que no lo dejaseis para mañana, si es que podéis ir hoy: desgraciadamente, no aguantará en cartel.

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Con dibujos de Del Toro, «Nocturna» ganaría bastante

NocturnaPor Miguel A. Delgado

No deja de ser curioso echar un vistazo a lo que hacen los cineastas que nos gustan cuando se salen de lo que más dominan. Estoy en estos momentos leyendo Nocturna, el primer volumen de la Trilogía de la Oscuridad escrita a cuatro manos por Guillermo del Toro y Chuck Hogan (aunque demasiada gente parece empeñada a fumigar a éste de la autoría del libro limitándose a hablar del creador de El laberinto del fauno, pero bueno), y aunque la cosa arrancó con mucho ímpetu y promesa, enseguida la decepción se ha abierto camino. ¡Vaya por Dios!

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¿Y si con «Up» Pixar ha llegado a su cénit?

UpPor Miguel A. Delgado

El de Pixar es un caso prácticamente único: ¿cómo puede ser que se superen año tras año, hasta alcanzar la perfección que representa Up? Desde luego, es una grandísima noticia que hayan sido capaces de regalarnos una cinta tan llena de imaginación, tan emocionante y divertida, como ésta. Pero la duda es: cuando la excelencia termina convertida en la norma de la casa, ¿cómo harán para seguir manteniendo el mismo nivel? ¿Es posible superar a Up? O dicho de otro modo, ¿habrán alcanzado el máximo de que son capaces y, a partir de ahora, sólo vendrá el declive?

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Que no se ofenda Boris, pero… ¡Yo también quiero un gato como el de Coraline!

Dos gatos negros, el de Coraline y Boris

Por Miguel A. Delgado

Sí, pero que no cunda el pánico: Boris es mi felino particular, y siempre lo seguirá siendo. Pero no me importaría tener en casa también una figura del gato de Los mundos de Coraline, la extraordinaria cinta de Henry Selick que, entre sus muchos méritos, tiene uno que no es baladí: el haber servido para que mucha gente descubriera que tras la genialidad de Pesadilla antes de Navidad no sólo se ocultaba la creatividad de Tim Burton, sino el prodigio de uno de los pocos que han seguido creyendo en el stop motion tras el huracán que han supuesto las técnicas digitales.

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