Por Miguel A. Delgado
¡Qué malos son los prejuicios! Por culpa de ellos, estuve a punto de perderme una de las películas que más me han gustado, divertido y hasta emocionado en los últimos tiempos. Y no es ningún dramón de ficción ni nada por el estilo, no, sino un documental de Stephen Walker, Corazones rebeldes, que sigue la preparación de un concierto por parte de los Young@Heart, un coro que se dedica a hacer versiones de canciones de pop, rock y hasta punk, y cuyos componentes tienen una media de ¡80 años! Sí, sí, como estáis leyendo.