Por Miguel A. Delgado
Pocas veces se instala un peliculón en nuestras carteleras, así que es cuestión de aprovechar cuando eso sucede. Más aún, cuando se trata de una producción pequeña que, a pesar de haber merecido dos nominaciones a los Oscar, se encuadra dentro del alternativo mundo indie estadounidense (a pesar de que eso cada vez signifique menos, pero eso mejor lo dejamos para otro post). Y sin embargo, no es exagerado decir que estamos ante una de las películas del año. Eso sí, si queréis verla, os recomendaría que no lo dejaseis para mañana, si es que podéis ir hoy: desgraciadamente, no aguantará en cartel.