Por Clara Jiménez Cruz
Escribiendo desde Londres es difícil no hacer referencia a alguna de las películas cuya acción sucede en esta ciudad que tiene algo de intemporal y de universal, que está en Inglaterra, pero podría estar en cualquier otro sitio, que, como Nunca Jamás, puede existir, pero también podría no hacerlo. Y más inevitable es si se escribe después de un paseo por Hyde Park y una visita a la escondida pero siempre a la espera, escultura a Peter Pan.
En la historia de la que hablamos hoy, Hook: el capitán Garfio, Peter Pan encontró a Wendy en Londres y la condujo al lado de los niños perdidos en Nunca Jamás, pero ella decidió que era hora de crecer y afrontar el hecho de que algún día, tendría que convertirse en una adulta. El amor que Peter sentía por ella le hizo, años después, cuando Wendy ya era madre, volver a Londres a verla, y, finalmente, quedarse allí al enamorarse de su hija Moira. Pasaron los años y Peter creció hasta convertirse en un afamado hombre de negocios y…olvidarse de Nunca Jamás, de los niños perdidos y de su archienemigo el capitán Hook.
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