Por Nuria Becerro
Hace unos años unas amigas hicieron la típica fiesta de pijamas de chicas y decidimos que esa noche en vez de hablar de chicos íbamos a ver pelis de miedo… y ahí estaba la cinta VHS de La última casa a la izquierda, la del 72 por supuesto. Su madre nos escondió una caja con varias películas, pero esa se le olvidó.
La verdad es que primero empezamos viendo Pretty Woman, que de miedo no tiene nada, pero era para ir calentando motores y después ya nos atrevimos con la estantería donde estában las pocas películas de miedo que la madre de Mónica nos había dejado. Y allí estaba La última casa a la izquierda, que nos hizo gracia sobre todo porque Mónica vivía en la última casa a la izquierda de la urbanización.