Por Beatriz Cebas
Me encantan las películas sobre periodismo, no lo puedo evitar. Y es que al final siempre me puede la profesión y por malas que sean, acabo encontrando algo interesante en sus historias: desde el reportero intrépido que cubre la guerra hasta el glamour de las fiestas de famosos en Hollywood. Sí, me gustan todas. Pero cuando a esta predilección natural se le une una historia perfectamente dirigida y genialmente interpretada, el placer se duplica. Éstes es el caso de Historia de un crimen, de Douglas McGrath.