Por Belén del Hoyo
El cine español, desde sus inicios, siempre ha vivido con prejuicios. No sé si la falta de patriotismo tiene algo que ver pero lo cierto es que el principal calificativo de una película española es “una españolada más”. No sabemos valorar el buen cine, nos divierten las típicas comedias americanas cuyo argumento deja mucho que desear y no nos damos cuenta de que nuestra falta de cultura cinematográfica no deja avanzar a grandes cineastas ni a directores con gran talento. Ni que decir tienen los actores españoles tales como Penélope Cruz o Javier Bardem, que para que sean considerados y valorados en su propio país tienen que irse a Hollywood a triunfar, o ganar un Oscar, porque claro los Goya “son inferiores”.
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