El sueño de los héroes

En el invierno austral de 1997, caminaba yo una tarde por Buenos Aires, donde la empresa para la que trabajaba me había enviado, cuando algo me dejó boquiabierto. En un cine proyectaban la película El sueño de los héroes. Me pregunté si estaría basada en la novela homónima de Adolfo Bioy Casares, una de las historias más fascinantes que he leído y que en sus pocas páginas encierra todas las angustias que reflejan miles de años de reflexión sobre la libertad y el sentido de la vida. Así era, de modo que sin dudar entré en la sala lleno de emoción y de expectación.

Por suerte la película, una adaptación del texto Bioy por Jorge Goldemberg y Sergio Renán y dirigida por el segundo, estaba a la altura de esa historia que durante años tanto me había hecho pensar y algunas de cuyas escenas seguían persiguiéndome, especialmente en momentos de soledad como los que vivía en la capital argentina, ya que salvo los compañeros de trabajo de allí no tenía prácticamente nadie con quien hablar o compartir mi tiempo.


Excepto Fernando Fernán Gómez, que hace del brujo Taboada, cuya hija Clara pudo haber conocido al protagonista, Emilio, en un loco carnaval del que no recuerda nada y que intentará revivir con sus amigos tres años después reproduciendo las mismas circunstancias de entonces para intentar averiguar quiénes se escondían bajo ciertos rostros enmascarados y por ende qué le preparaba el destino (una vuelta al pasado para recuperar un recuerdo del futuro), el resto del reparto me resultaba totalmente desconocido. Faltaban aún algunos años para que se produjera el boom el cine argentino con títulos como El hijo de la novia y para que algunos de aquellos rostros de El sueño se dieran a conocer en historias realistas que nada tenían que ver con ese mundo mágico y onírico que parece correr paralelo a nuestra existencia física y que de forma magistral describe Renán en su película, fiel a la plasticidad del tiempo y del espacio que imaginó Bioy Casares en sus obras.

Creo que la película pasó sin pena ni gloria por España, si es que llegó a verse aquí (a mi vuelta le hablé a todo el mundo de ella, pero nadie la recordaba). Con la excepción de un premio a la dirección de arte en un certamen local, tampoco fue galardonaba fuera de su país. Renán, quien hace tres años estrenó Tres de corazones, un demasiado típico drama sobre un triángulo amoroso de un hombre con la mujer de su jefe, con quien había tenido una aventura antes, no ha hecho gran cosa desde entonces. En cuanto Germán Palacios, protagonista de El sueño, apenas hizo cine desde entonces, aunque sí ha trabajado mucho en series de televisión de su país.

No sé si fueron las extrañas circunstancias en las que la vi (solo en el extranjero y sintiendo una gran otredad) o el efecto de la novela, pero aún recuerdo la película como una de las que más me han impresionado y sugestionado. Sin embargo, a día de hoy aún no he reunido el valor suficiente para volver a verla, tal vez por temor a que alguno de los dos, la película o yo, hayamos crecido (¿envejecido?) mal (qué difícil es para mi generación desembarazarse del síndrome de Peter Pan). Quizá todo aquello fue un espejismo. Tal vez algunas películas sean como los antiguos amores, es mejor no verlas después por miedo al desengaño o a la decepción, sobre todo con nosotros mismos. Pero qué bueno fue entonces…

2 Respuestas a “El sueño de los héroes

  1. La verdad, me encantó la película, sentí lo mismo y ver la sala vacía, una tristeza asombrosa, pasó sin pena ni gloria por la pantalla grande y no pude volver a encontrarla.

  2. Lei el libro unos meses antes que saliera la pelicula, la vi en Cordoba capital, despues no la encontre en ningun video, la busque por años para poder verla nuevamente, tambien se perdio mi libro misteriosamente, entonces desde aquel dia he sentido que no he visto mejor pelicula que esa, ninguna me llego tanto, y aun pienso en verla pero.. despues de leer su relato me ha contagiado ese miedo de que quiza al verla otra vez no sea lo mismo, pero tambien tengo una leve esperanza de volver a sentir todo aquello que me hizo sentir. La actuacion de Brandoni como el mudo fue fantastica, corta pero buenisima, y Lito Cruz cuando lo veo en la novela en la que trabaja actualmente «el elegido» veo el mismo personaje misterioso y oscuro de «el sueño de los heroes».

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