Por Tamara Mauri
Que tiemblen Harry Potter y Edward Cullen… Percy Jackson se perfila como uno de los reyes de la taquilla (y de las carpetas adolescentes), sobre todo teniendo en cuenta que este año la saga de Harry Potter comenzará su recta final y cruzaremos el meridiano de la saga Crepúsculo.
La historia es simple, un adolescente que no termina de entender ciertos aspectos de su persona descubre un buen día que es hijo de Poseidón y que además todos le señalan como culpable del robo del rayo de Zeus, del que por supuesto nuestro héroe es inocente, entonces se embarca en una increíble aventura junto a Grover (su inseparable amigo, guardián y sátiro a la vez) y Annabeth (hija de Atenea a la que conoce en el campamento para hijos de Dioses) para demostrar su inocencia en un plazo de 10 días, sino comenzará una batalla que podría significar el final del mundo.
A nivel visual, llega a recordar en muchos momentos a Harry Potter, no obstante esta película está dirigido por Chris Columbus, que fue el director de las dos primeras cintas de Harry Potter. Pero debemos reconocer la espectacularidad de los efectos especiales.
Durante las dos horas de película pasan por delante de nuestros ojos estrellas de la talla de Uma Thurman (en el papel de la malvada Medusa) o Rosario Dawson (en el papel de Persephone) que a pesar de tener papeles muy breves saben llenar la pantalla, como siempre han hecho, no podemos decir lo mismo de Pierce Brosnan, que a mi parecer pasa totalmente desapercibido.
No obstante he de decir que es bastante entretenida a pesar de su duración. Y aún nos quedan bastantes entregas por delante… El Mar de los Monstruos, La Maldición del Titán, La Batalla del Laberinto y El Último Dios del Olimpo, todas basadas en la serie escrita por Rick Riordan.
En fin, solo me queda decir… larga vida a Percy Jackson!
Los críticos de élite no comen palomitas 