Lo reconozco, no soy una chica Clooney. Y aunque entiendo por qué este galán madurito desata tantas pasiones entre las mujeres de todas edades, condiciones y países, nunca he sentido una especial atracción (sexual) por el actor. Sin embargo, su papel de Ryan Bingham en Up In The Air me tiene hipnotizada. George Clooney encarna a un completo capullo, uno de estos seres detestables que se ganan la vida despidiendo a otras personas, sin tener ningún apego hacia otro ser que no sea él mismo, y sin sentir ningún remordimiento de conciencia al respeto. Y todo bajo una encantadora sonrisa.
Con esta película, el director Jason Reitman ha conseguido que empaticemos con el protagonista hasta el punto de querer traspasar la pantalla del cine y dar un abrazo a este “tiburón desgraciado”. Todo un logro teniendo en cuenta la naturaleza del personaje. Es genial la parte en que Natalie (Anna Kendrick) se mete en su vida. Esta chica de 23 años insolente, inocente a la par que implacable en su trabajo, demuestra a Ryan que efectivamente, es un inmaduro y aunque no lo sepa, también es un infeliz.
El guión, magistralmente adaptado del libro de Walter Kirn y ganador del Globo de Oro de este año, nos acerca un pequeño círculo de personajes con sus vidas puntuales que fácilmente son extrapolables a la falta de humanidad que existe en la sociedad contemporánea. Reitman nos muestra un mundo donde se puede despedir a los trabajadores sin dar explicaciones, sin que éstos puedan exigir sus derechos y sin que el máximo responsable (el dueño de la empresa), de la cara. En definitiva es un mundo con carencia de relaciones humanas auténticas, donde se corta con los novios por mensaje y donde se despide a través de una webcam. Un mundo de engaños, de vías de escape ficticias, de aeropuertos y hoteles Hilton, un mundo sin hogar, sin casa y sin familia.
Todo esto puede sonar triste pero para Ryan, es un paraíso. Un paraíso que se ve tambaleado cuando entra en escena Alex (Vera Farmiga). La relación que surge entre ellos es sin duda lo mejor de la película, las vueltas de tuerca que surgen y el desenlace que no desvelaré por respeto a los lectores que aún no hayan ido al cine a verla. Toda una trama muy bien trazada que cobra vida gracias a unos grandes actores.
Si aún tienes dudas sobre si esta historia agridulce, tan real como la vida misma, merece la pena tu interés o no, aquí tienes el trailer:
La primera hora, un peliculón. Luego baja muchos enteros por meterse en el carril de lo convencional y previsible. Pero sólo por esa primera hora merece la pena, ¡vaya que sí!
lo reconozco, soy una chica Clooney… me gustan los guapos que me hacen reir… ganitas de ver esta peli y más después de leer esto!!!
La primera hora, un peliculón. Luego baja muchos enteros por meterse en el carril de lo convencional y previsible. Pero sólo por esa primera hora merece la pena, ¡vaya que sí!