El periodismo como fuente de inspiración

Por Beatriz Cebas

Hace poco se estrenó Triage, una película con la guerra y el periodismo como temas principales que pese a tener a Paz Vega como protagonista femenina, bien merece la pena su visionado. Desgraciadamente, la cinta pasará sin pena ni gloria por nuestras pantallas. Llamámosle falta de promoción, mal marketing o dejémoslo en “x”, pero lo cierto es que la obra de Tanovic es carne de videoclub.

Si esta no es la mejor película sobre la gran tragedia de la guerra, ni sobre el fotoperiodismo, ni siquiera sobre el síndrome de estrés postraumático; entonces, ¿por qué merece la pena su visionado? Los motivos más evidentes son dos: la gran interpretación de Colin Farrell y una historia interesante que sí hace reflexionar al espectador.

Triage habla de dos amigos fotoperiodistas que viajan al Kurdistán para cubrir un conflicto bélico. Aunque están acostumbrados a las emboscadas, mutilaciones y demás horrores de la guerra, este viaje les cambiará la vida. La esposa de David (Jamie Sives) está embarazada y a su vuelta, éste quiere cambiar su trabajo por otro más tranquilo, pero Mark (Colin Farrell) es más ambicioso y aspira a colaborar con la revista Time captando aquellos horrores que los demás no se atreven a retratar. Estas diferencias hacen que en un punto del viaje, Mark y David se separen.

A su vuelta a Dublín, Mark se reencuentra con su esposa, Elena (Paz Vega), cuyo amor le ayuda a salir del infierno interior al que está metido. A esta bonita historia de saber enfrentarse a los demonios personales se le une Christopher Lee, interpretando genialmente aunque el supuesto parentesco chirría un poco, al abuelo de Elena.

Todo esto salpicado con una subtrama tan interesante como la del propio protagonista: la del médico kurdo que tiene que poner en práctica esta medicina de emergencia llamada triage. Desde hace años, este médico decide diariamente a quienes de todos los heridos que llegan a su campamento va a salvar, y a quienes otros, debido a la falta de medios y la gravedad estado de estado de salud, va a tener que matar para ahorrarles sufrimiento. Las conversaciones de David con el médico son de lo mejor de la cinta y aunque esta historia no haga de Triage una gran obra, sí la hace lo suficientemente interesante como para impactar al espectador.

Basada en la obra homónima del corresponsal de guerra Scott Anderson, Triage ha sabido captar esta parte “excitante” de la guerra que hace que los periodistas se crean inmortales, como si el objetivo de su cámara fuese un chaleco antibalas. Pero a su vez también retrata las terribles secuelas psicológicas que quedan en aquellos que han vivido una guerra. Porque está claro que los periodistas somos seres mortales y que todo aquel que acuda a un conflicto bélico, juega con la posibilidad de ser asesinado. Y a veces no importa que uno se proteja y se quede en el hotel en vez de salir a buscar la noticia, ¿o acaso ya nadie se acuerda de José Couso?

Una respuesta a “El periodismo como fuente de inspiración

  1. Clara Jiménez Cruz

    Y más allá de la muerte están esas imágenes en la mente de Mark. Dicen algunos periodistas de guerra, como cuenta Pérez – Reverte en Territorio Comanche, que las guerras no se borran cuando se vuelve a casa, y que el horror te persigue siempre.

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