Por Nuria Becerro
No me he vuelto loca, ya sé que esto es un blog de cine y no de moda, pero este titular lo dimos hace un par de semanas en la sección de nuestro programa «El mundo del cine», y desde entonces llevo dándole vueltas al tema; por supuesto, me he puesto zapatos planos en contadas ocasiones, no vaya a ser que me cruce con el autor.
La verdad es que no sé muy bien cómo afrontarlo, sobre todo viniendo de uno de los grandes en la industria del cine. No es actor, ni director, ni realizador, ni productor… es Manolo Blahnik, uno de los diseñadores de zapatos más respetados a nivel internacional.
Desde hace muchos años está vinculado a la industria del cine, incluso se inspiró en Judy Garland, la actriz que dió vida a Dorothy en El mago de Oz, para abrir la Semana de la Moda de Nueva York. Pero si hay una película, inspirada en una serie de televisión, que lleva sellado su nombre a fuego, es Sexo en Nueva York. La gran Sarah Jessica Parker los luce como nadie y seguro que está de acuerdo con el titular que nos ha brindado el genio… ¡Quién fuera Carrie…!
Divas del mundo de la música, actrices, políticas y casi cualquier mujer que adore los zapatos quiere unos, así que vamos a presumir de que nació en las Islas Canarias en 1943. No se encaminó al mundo de la moda desde pequeño, ni soñaba con tacones todos los días, incluso le costó darse cuenta de que lo suyo era el diseño, pero al final Londres le vio nacer en 1972 y los diseñadores se pegaban por desfilar con sus zapatos.
Pero volviendo a su mundo paralelo al cine, Manolo Blahnik también tiene su estrella en el paseo de la fama, de los diseñadores claro. Giorgio Armani lo estrenó en 2003 y sólo era cuestión de tiempo que Blahnik lo acompañara.
Lo bueno que tienen los Manolos es que hay para todos los gustos, colores y estilos, porque de Carrie en Sexo en Nueva York, podemos pasar a Maria Antonieta de Sofia Coppola. Lo «único malo» es que no son para todos los bolsillos, ya que el precio medio es de unos 500 €… así que nos conformaremos con envidiar a la rubia de Sexo en Nueva York… de momento, claro!! jajajaja