Por Miguel A. Delgado
El de Pixar es un caso prácticamente único: ¿cómo puede ser que se superen año tras año, hasta alcanzar la perfección que representa Up? Desde luego, es una grandísima noticia que hayan sido capaces de regalarnos una cinta tan llena de imaginación, tan emocionante y divertida, como ésta. Pero la duda es: cuando la excelencia termina convertida en la norma de la casa, ¿cómo harán para seguir manteniendo el mismo nivel? ¿Es posible superar a Up? O dicho de otro modo, ¿habrán alcanzado el máximo de que son capaces y, a partir de ahora, sólo vendrá el declive?
Que no son infalibles ya nos lo demostró Cars, con mucho la cinta más floja de cuantas han salido de la factoría del flexo. Pero lo que más inquieta es ver que en el horizonte de la compañía se asoman las secuelas. Ya antes de Up pudimos ver el anuncio de Toy Story 3, está en marcha Cars 2, y al parecer el particular universo de Monstruos S. A. también tendrá continuación. Y como fans, sólo nos cabe preguntarnos si tendremos que alegrarnos o si, por el contrario, debemos empezar a preocuparnos.
Porque, ¿a quién le puede importar volver a visitar a los personajes y escenarios que tanto le ilusionaron? De hecho, puede decirse en su favor que Toy Story 2 fue una película que funcionaba muy bien por sí sola. Pero, ¿eso será suficiente para justificar el resto? Uno, en su temor a enfrentarse a veranos sin disfrutar de un regalo procedente de Pixar, se permite albergar dudas, aunque es cierto que despachar una obra maestra al año es algo totalmente imposible… incluso para ellos. En fin, démosles un voto de confianza, que bien que se lo han ganado, pero espero con más ansia las nuevas ideas que los retornos a universos ya conocidos… por muy gloriosos que hayan sido.
The Adventures of André and Wally B. (1984), o la prehistoria de Pixar con, eso sí, John Lasseter ya a los mandos:
Los críticos de élite no comen palomitas 