¿Será ésta nuestra Lisbeth Salander?

Noomi Rapace como Lisbeth SalanderPor Miguel A. Delgado

El fenómeno Stieg Larsson es de los que tienen pocos precedentes. Nadie podría haberse imaginado que las tres obras policiacas póstumas de un periodista metido a novelista, sin experiencia previa como escritor de ficción, iban a tener la resonancia que han tenido, con las dos primeras entregas (Los hombres que no amaban a las mujeres y La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina) aupadas en lo más alto de las listas de ventas de medio mundo, con la tercera a punto de aparecer y la película a escasas semanas de llegar a nuestras pantallas.

De hecho, esa imposibilidad de predecirlo es lo que puede ir en contra de la película. Concebida más como piloto de una serie televisiva, necesariamente comprime el complejo entramado de la primera entrega en una trama mucho más comprensible que puede dejarse muchas cosas por el camino. Y ha de descansar, inevitablemente, su fuerza en la pareja protagonista, especialmente en Lisbeth Salander, la joven asocial, casi anoréxica, genio de la informática y cracker consumada, capaz de sufrir las mayores humillaciones en su castigada vida y de, aún así, conseguir justicia a su muy particular manera.

¿Responderá Noomi Rapace a lo que los millones de lectores en todo el mundo tienen en mente de cómo debe ser Lisbeth Salander? Como en tantas ocasiones, el reto es formidable, porque no es lo mismo crear a un personaje memorable a partir de una novela conocida por poca gente (cuando Anthony Hopkins dio vida al inolvidable Hannibal Lecter en El silencio de los corderos, el personaje consiguió una popularidad hasta entonces vedada a la novela original de Thomas Harris) que encarnar a alguien tan carismático como Lisbeth. Si lo consigue, habrá nacido una estrella; si no, casi nadie la recordará dentro de cinco años.

Dicen las crónicas que la película ha sido todo un éxito en Suecia, pero eso no disipa del todo las dudas: también lo fue la serie televisiva que adaptó las andanzas del inspector Wallander, el también central personaje surgido de las novelas de Henning Mankell, y sin embargo el resultado dejaba bastante que desear, al menos a través de los ojos de los que nos asomamos a su adaptación desde estas latitudes. Uno, la verdad, confiesa no albergar demasiadas expectativas, pero ¿quién sabe?

En todo caso, el 29 de mayo tendremos la respuesta. Ya nos queda poco.

3 Respuestas a “¿Será ésta nuestra Lisbeth Salander?

  1. Aún no he visto la película, pero los críticos no la habéis dejado del todo mal. Ha quedado como una versión algo light del libro, pero es que casi no había remedio.

    Por cierto, me gustó más la primera novela que la segunda (demasiado excesiva y efectista, con clímax demasiado abruptos, para mi gusto). Eso sí, se ve que las secuelas cinematográficas las dirigirá el director de \»Déjame entrar\». Veremos.

    Un saludo… y me voy pasando por aquí.

  2. Miguel A. Delgado

    Oriol, una sola corrección: no será el director de esa joya que es «Déjame entrar«, Tomas Alfredson (¡ojalá!) sino su hermano, Daniel.

    Un saludo y ¡gracias por pasarte por aquí!

  3. A mi me gustó mucho más el segundo libro. Y no encuentro las películas subtítuladas!!!

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